Estoy instalada en el apartamento con la ayuda de Fede.
- Sabes, el lugar es lindo pero algo pequeño para mi gusto.
- Lo importante es que me guste a mí, tonto.
- No te pongas enojón - toma mi cintura y me atrae hacia su cuerpo -, ¿qué te parece si estrenamos este apartamento? - veo cómo me mira con cara de lujuria y cuando me besa caigo completamente en sus encantos.
- Vamos, linda, levántate, demos una vuelta.
- No me quiero parar, me dejaste cansada - él se ríe y me levanta.
- Vamos, linda, date una ducha y salimos - entro de mala gana a la ducha y luego me pongo algo más relajado.
- Sabías que estás preciosa - besa mis labios y me sonríe.
- Gracias, hermoso - nos montamos en su auto y él maneja hasta un parque muy colorido y lleno de gente.
- Me gusta este lugar - escuchamos cómo unas personas están tocando jazz y otras están bailando.
- Vamos a bailar, Fede - él me mira como si estuviera loca.
- ¿Aquí?
- Sí, Fede, mira que todos bailan - arrastro a Fede y él me ve algo desconfiado