El silencio volvió a rodearla, denso y opresivo, como si el espacio mismo se hubiera detenido en un instante perpetuo. Valeria sentía la presencia de lo que había dejado atrás, pero también algo nuevo, algo que comenzaba a nacer en ella. El libro, ahora fusionado con su ser, palpitaba en su manos como si tuviera vida propia, y la voz dentro de su mente, lejos de desaparecer, crecía en intensidad.

"El poder está dentro de ti, Valeria. Ahora debes decidir cómo lo usas."

Un estremecimiento recorrió su columna vertebral. La decisión seguía pesando sobre ella, aún más ahora que había comprendido la magnitud de lo que había desatado. No solo había abierto una puerta, sino que, al hacerlo, había sellado su destino de forma irreversible. Lo que alguna vez fue la mansión, los recuerdos de Alexandre, el libro, todo se estaba reconfigurando en algo nuevo, algo mucho más vasto y oscuro.

A lo lejos, como un susurro en la brisa, Valeria escuchó pasos. No los de Alexandre ni los de la mujer que la h