Kamila Stuart
Los días han estado pasando muy rápido y cada vez siento menos mi cuerpo. Ir al trabajo y luego volver al hospital para estar un rato con Emilia es sumamente agotador pero todo esto era para ella. Para pagar su tratamiento y que se mejorara luego e irnos a casa.
Apenas hablaba con mi jefe. Él pedía informes y yo se los daba. Con quien más hablaba era con Chris que parecía tener todo el tiempo del mundo para estar en mi escritorio coqueteando conmigo o solo charlando. Era divertido
—... Recuerda decirle al señor Morgan que mañana y este viernes tiene una reunión con los ejecutivos de la empresa. La reunión de mañana es a las diez de la mañana y la del viernes a las dos de la tarde. Y que el sábado tiene el viaje a Miami
—Claro. Le avisare
Cuelgo la llamada del teléfono que me mantenía en contacto con recepción. Tomo las dos carpetas que me había pedido Mattheo y camino a su oficina. Toco dos veces la puerta
—Adelante—demanda
Suspiro nerviosa y abro la puerta. Me adentro a su despacho recibiendo el aroma de colonia de hombre y Whisky. Mattheo me mira de reojo antes de beber su trago. Dejo las carpetas sobre la mesa
—Los informes que me pidió y debo recordarle que mañana a las nueve de la mañana tiene una reunión con los ejecutivos de la empresa al igual que el Viernes solo que esa será a las dos de la tarde—informo y me analiza—. Y este sábado tiene un viaje planeado a Miami
Asiente ligeramente y relame sus labios, muerdo el interior de mi mejilla nerviosa por ese acto.
—Iras conmigo este sábado—demanda
—¿Perdón?—preguntó
—Como oíste—sus ojos azules me miran fijamente. Los mismo ojos azules que tiene mi hija—. Irás conmigo a Miami este sábado. No será mucho. Volveremos el domingo por la noche y podrás tomarte libre el día lunes
—No entiendo porque debo asistir. Es su reunión no la mía—digo molesta
—Pero eres mi secretaria y debes de tener en cuenta todo—finaliza
—Eso no estaba en el contrato que me envió su hermano—me molesto
—No. No lo estaba—admite
—No es mi deber ir—me cruzo de brazos y baja su vista a mis senos. Quito rapidamente la accion y el sonrie de lado
—Te pagare extra—declara
—No quiero más de tu sucio dinero—suelto
—¿Cómo has dicho?—pregunta en un tono duro y frío
No respondo y Mattheo se endereza quedando de pie frente a mi. Lo unico que le impedia cortar la distancia era el escritorio y agradecia eso.
—No iré—declaró cambiando el tema
—Iras. Te necesito ahí
—¿Me necesita ahí o no quiere que su hermano me coquetee?—pregunto encarando
—Ambas—admite el bien desgraciado—. No quiero a mi hermano cerca tuyo
—¿Por qué no? Es mi vida y yo decido que haré con ella
Su mandibula se tensa y bufo.
—No iré a ese viaje con usted. Despidame si quiere pero no ire. Tengo cosas que hacer—declaro
—Digame cuales y aceptaré que no vaya—insiste en el tema
Evito mirarlo tratando de crear una excusa creible. No podia ir y decirle que tenia una hija con Leucemia en el hospital ya que si el me llegara a reconocer o ya lo hacia no dudaria en sacarme la verdad de mi boca.
—¿Y bien?—pregunta
—¡Bien!—alzo la voz—. Ire a ese maldito viaje con usted.
Estaba claro que deseaba sonreír por haber ganado esta vez. Le doy una mala mirada antes de dirigirme a la puerta. Puedo sentir su mirada pegada a mi espalda baja y eso me hizo sentir un escalofrío que terminó en mi centro más sensible de mi cuerpo.
—Viajaremos el viernes por la madrugada. Para que tenga su equipaje preparado—me avisa
—Cabron—salgo de su oficina
Camino a mi escritorio. Al sentarme suspire frustrada ya que tendria que estar lejos de Emilia todo el fin de semana y eso me aterraba. No quería irme y que algo trágico le sucediera.
—¿Por qué esa carita?—llega Chris haciendo un puchero
—Tu hermano es un maldito cabrón—gruñó
—Uuuh. ¿Qué ha hecho ahora mi hermano? ¿No te dejo correrte?—se burla
—Me va a llevar a su estupido viaje de negocios este fin de semana. Eso no salía en mi contrato Christopher—digo molesta
—¿Va a llevarte?—se sorprende
—Claro. Uso la maldita excusa de que era su secretaria. Joder si no necesitara el puto dinero le habria renunciado en su estupida cara—confieso
—Oh—se sorprende Chris—. ¿Por que necesitas tanto el dinero?
—¿Te olvidas que tengo una hija de cuatro años?—le pregunto
—Es cierto. Pero pareces desesperada Kami—se apoya en mi escritorio—. He conocido a madres solteras que se conforman con la paga de propina de clientes en cafeterías o supermercados. ¿Por qué tu no puedes conformarte con eso?—me analiza
—Porque quiero darle lo mejor a mi hija. Tanto en educacion como en salud—respondo
Y no era mentira. Luego de que ella saliera del hospital y haber pagado cada centavo que debía iba a meterla en una de las mejores escuelas públicas o privadas. Tener una buena salud por si algún día no tenía el dinero para poder pagarla. Quería que mi hija tuviera lo que yo no tuve en su momento.
—No es malo que ella viva de lo mínimo. Pero tiene sueños. Quiere juguetes y claramente quiero darle todo lo que ella me pida, sin tener que mentirle que en su cumpleaños o navidad lo tendra—finalizo
Chris asiente y me sonrie ligeramente.
—En lo que hablábamos. Tu hermano es un cabrón—recalcó
—Siempre lo es. Pero es raro que te lleve a su viaje—me mira fijamente—. Jamas lo hace. Siempre las deja aqui para poder estar al tanto de todo.
—Con más razón es un cabrón—declaró
Chris se ríe abiertamente.
•••••••
—¿Cómo te fue hoy?—pregunta Valentina
Suspiro cansada mientras veia a mi hija dormir.
—Normal. Ya sabes. Entregar carpetas, revisarlas, ordenar agenda de mi jefe, hablar con Christopher. Lo mismo que días atrás—respondo—. Aunque mi jefe cada vez es mas idiota que el dia anterior
Valentina se rie y yo hago lo mismo, suspiro frustrada.
—¿Qué sucede?—me pregunta
—¿Estás ocupada este fin de semana?—pregunto
—No. Estoy libre. ¿Por qué?
—¿Podrías estar con Emilia hasta el domingo en la madrugada?—le pido
—¿Sucede algo?
—Mattheo quiere que vaya con el a un viaje de negocios por todo el fin de semana. No tenia opcion—bufo—. Joder es un dolor en el culo. Queria gritarle que la hija que compartimos estaba aca hospitalizada con Leucemia y que no podia irme asi como asi porque la puedo perder en cualquier momento y...—la voz se me rompe—joder solo queria pasar con ella el fin de semana. Poder pedir una autorizacion y sacarla a tomar un helado o cualquier cosa
Valentina suspira y me abraza. Acaricia mi espalda y yo evito llorar. No podia ser debil ahora. No cuando mi hija me necesitaba mas que nunca.
—Yo la cuidare. Pediremos una autorizacion para sacarla y la llevare al parque. Tu ve y trata de conseguir mas dinero. Piensa en que sirve para el tratamiento de Emilia—dice Valentina
—Pero si a ella le sucede algo ni el mismo dinero me la va a devolver, Vale. Nada ni nadie me la devolvera si algo le sucede—las lagrimas caen por mis mejillas
—No le sucederá nada. Ella estará bien. Soy su tia favorita—eso me hace reir. Seco mis lagrimas y vuelvo abrazarla
—Gracias. Enserio gracias Valentina, esto no es tu obligacion—le agradezco
—No hay de que Kami. Eres mi mejor amiga y las mejores amigas estan ahi siempre que uno las necesita. En las buenas y las malas
Miro a mi hija dormida y suspiro sabiendo que este seria uno de mis fin de semanas mas agotadores y preocupantes que tendre.
•••••••••
Mattheo Morgan
—... Tengo lo que me solicitaste Mattheo. Podria dartelo este fin de semana
Relamo mis labios y bebo de mi trago de un golpe. El tintineo de los cubos de hielo hace eco en mi piso mientras veía la noche de Los Ángeles.
—Estaré en Miami este fin de semana. Te dejare el nombre del hotel para que envíes el paquete—le informo
—Como digas
Cuelgo la llamada y dejo mi celular en el sofa. Camino al bar y relleno mi vaso con Whisky antes de ir nuevamente frente el gran ventanal. Bebo de mi trago mientras oia el sonido del timbre. Los pasos de Marie una de las nanas de mi piso va atender
Siento pasos apresurados y llevo mi mano al mango de mi arma volteandome rapidamente pero Christopher se saca la chaqueta.
—Podria haberte metido un puto tiro—le digo
—La llevarás a ese viaje—me dice mi hermano—. ¿Te volviste loco Mattheo? Podría delatarte con la policía
—No lo hará—declaró
—¿Qué tan seguro estás?—pregunta Christopher
—Ella es tan cómplice como toda la puta empresa. Trabajan para mi hermanito. No dirá nada porque sabe que la llevaron a prisión—explicó
—¿Qué tan seguro estás de que no irá con la policía?
—Mucho. No se arriesgaría a ir a prisión
—¿Por qué simplemente no la dejas aca? Jamas llevas a tus secretarias a tus viajes y menos de este tipo
—Sospecho de ella
—¿Sobre que?—se interesa
—Hace unos años en mi bar conocí a una adolescente de diecinueve años y claramente me acosté con ella pero no la he vuelto a ver. Raramente se parece mucho a ella. No puedo asegurar que sea esa cria de diecinueve años pero si es asi me asegurare de que no la toquen—demando
—Tiene cinco años menos que tú. Tienes veintinueve años y ella apenas va a cumplir los veinticuatro—me dice Chris
—Lo se
—¿Te enamoraste de una cría de diecinueve?
—Claro que no. Pero me interesó esa cría y si llega a ser ella creeme que no la dejare ir tan facil—declaró
—Hermano está mal. Estas poniendonos em riesgo—nos señala a ambos
—Lo sé pero no dirá nada. Tenlo claro
El solo niega antes de servirse una copa y beberla de golpe.
Esperaba que Kamila Stuart fuera la misma Kamila de hace cuatro años atras que me pille en mi bar.