Kamila Stuart
Entró a la habitación del hospital para encontrarme a Emilia dormida profundamente en su camilla. Sus brazos cubrían su rostro y su peluche estaba a su lado casi yendo al suelo. Valentina revisaba su celular mientras entraba. Al verme me sonrió ligeramente y la saludé con un beso en su mejilla.
—¿Cómo te fue?—pregunta
—Bien—miento—. ¿Como ha estado?—miró a Emilia
—Ella ha estado bien. Solo algo triste por no verte pero ha estado bien y no ha sufrido dolores—me explica
El alivio me recorre y la esperanza de que su cáncer está siendo vencido aumenta. Desde que la diagnosticaron con Leucemia me aferraba a la esperanza de que Emilia se mejorará y saliera de este hospital.
—¿Ha llorado?—preguntó
—Un poco, creía que ibas a estar con ella antes de que se durmiera—me señala
Una presión en mi pecho se hace presente al oír a Valentina. Suspiro ligeramente.
—¿Qué tal el viaje?
—Fue bueno—murmuró—. Las playas de Miami son hermosas y el hotel era muy lindo y cómodo. No puedo quejarme