Capitulo 28

Rebeca se tensó de inmediato y yo lo noté al segundo, así que me adelanté antes de que él estallara.

—Pero cariño… —me apresuré a decir— no te enojes con ella, está atareada, está enferma, mírala… se ve agotada, no lo hizo a propósito, quiso que todo saliera perfecto.

Martín apretó la mandíbula y tragó saliva, seguía enojado, pero aun así sostuvo a Rebeca con firmeza y la ayudó a ponerse bien de pie frente a él.

—Si estabas enferma, mejor te hubieras quedado en cama —soltó con una voz dura que cortaba el aire—, sabes lo importante que era esto para mí, ¿no habíamos quedado en algo?

Rebeca lo miró asustada, con esos ojos de cachorro que siempre usa para manipularlo, y balbuceó entre sollozos:

—Ma… Martín… yo sé que querías que me encargara de eso… pero me distraje… lo siento tanto… yo solo quería que todo saliera bien para ti…

Tragó saliva, fingiendo que la voz se le rompía.

—Estaba nerviosa… no pensé bien… de verdad no fue a propósito… perdóname…

Se aferró un poco más a su brazo, temb
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