Él dudó, tembló, respiró… y al final habló.
—Mi madre… está enferma. Necesita una operación… y el costo de estadia del hospital suman alrededor de 10 mil dolares o eso es lo que creo. Yo… no puedo pagarla. Por eso tomé este trabajo. Me recomendaron porque necesitaban personal rápido… Yo solo quería ayudarla.
10 mil dolares
Para mí, para mi familia… ese monto nunca fue un problema.
Para él, era la condena de su madre.
Me acerqué un poco más.
—Si eres leal… no solo pagaré esa operación. Trasladaré a tu madre a un hospital privado… uno de verdad. Tendrá la mejor atención posible.
Me miro con esperanza
—Haré todo lo que usted diga, señora —susurró con voz firme—. Todo.
—Perfecto , pero si me traicionas , atente a las consecuencias —dije.
El asintio asustado .Me levanté.
—Por ahora nadie debe saber que eres mi aliado.
—Sí, señora.
—Quiero que vigiles a Rebeca. TODO lo que haga, lo que diga, lo que ordene. Y quiero que esa empleada basura NO vuelva a acercarse a mi habitación.
—Entendido.