"¿Qué pasó?", pregunto mientras su mirada recorre mis senos y me siento muy consciente de lo revelador que es mi vestido.
Solo Sebastián puede encender este deseo dentro de mí. La forma en que me mira me está ahogando.
Por favor, di algo antes de que me entregue...
Él frunce el ceño, mira mi muslo, retira su mano y mira el símbolo allí.
“¿Qué está pasando y cuánto tiempo estuve inconsciente?”, pregunta, su voz ahora más aguda.
"No por mucho tiempo, solo un par de días... pero han pasado muchas cosas", le digo mientras él lucha por sentarse de nuevo.
Coloco mis manos sobre su hombro y suavemente lo obligo a reclinarse. En este momento soy más fuerte que él y él gime antes de ceder.
"Todavía me siento como en el infierno".
"Jamás habría sabido que sabías cómo se siente el infierno", bromeo, pasando mis dedos por su cabello que cae sobre su frente, haciéndolo parecer mucho más joven.
"Sí... cuando te fuiste...".
Lo miro, a punto de decir algo, solo para ver su mirada en mis pech