La mansión Gray, se mostraba en todo su esplendor, sin duda alguna era uno de los lugares más cotizados de todo Edimburgo

Un lugar vacío a los ojos de Isobel, quien solo dio un largo suspiro y camino con tranquilidad hacia la entrada, seguida de Fia, quien tenía sus ojos hinchados de tanto llorar

Y se mostraba completamente dolida, llena de tantas cosas en su cabeza, seguramente estaba pensando hasta en qué tipo de ataúd le conseguiría cuando muriera

Siempre lo hacía, esa mujer le gustaba sobre pensar, no negaría que era algo agradable, más cuando se trataba de los detalles de la vida de Isobel

Quien sabía perfectamente que sin Fia a su lado, no sería nada, ni nadie, solo se preguntaba cómo sería de ahora en adelante

Cuando ella muriera que sería de Fia, ella ha sido como madre, había sido su nana, había trabajado para su madre desde el principio

Justamente como lo hacía Fia con ella, y cuando su madre murió al darla a luz, la madre de Fia cuido de ella como si fuese suya, la consintió y la mimo como una amada hija

Ahora su nana, era una mujer ocupada siendo el ama de llaves del lugar, mientras su hija se encargaba de estar con ella a donde quiera que fuera, como su fiel secretaria

—Isobel… Espero que tengas una buena explicación, no fuiste a la fiesta del club, tu prometido, tus hermanos todos estuvieron solos, no puedo creer que seas una persona tan desconsiderada…

—Si… Estuvimos como unos tontos, todos preguntaban por ti, y lo peor era que no sabíamos qué responder

—La próxima vez por favor déjanos una nota, es más fácil, hacerlo de esa amanera, nosotros no podemos saber todo lo que te ocurre

Isobel, observo a los hombres que hablaron a su costado, aquel tenía una expresión tranquila, mientras hablaba

Qué hombres más apáticos, eran un fastidio y muy molestos, ciertamente le irritaba, le fastidiaba aquellos hombres, aquel que llamaba padre y hermanos

Pero como siempre hacía débil sonreír, disculparse por qué estaba enferma, mientras él solo le daba una sobre mirada, como si lo hiciera y a la vez no

Mientras ella solo se mostraba como una pequeña flor que debían cuidar y hablaba con un tono tranquilo y lastimero, para que su padre no la regañara

Aunque no lo hacía por faltar a una fiesta, por muy pequeña que fuese, pero esta vez, todo era distinto, sin duda alguna ya no era igual, incluso su tono al hablar hacia su padre

—Voy a morir en un mes…

Su padre había dejado de escribir, sus hermanos habían dejado de leer, lo que dios sabe hacían en sus computadoras y teléfono

Observaron a Isobel, y abrieron sus ojos en grande, aquellos ojos tan parecidos a los de su madre, aquellos ojos tan parecidos a los suyos

—¿Qué acabas de decir? ¿Morir? ¿Estas seguras?

Isobel, asintió, nadie sabía qué decir, se escuchó un gemido lastimero tras Isobel, no tenía que investigar para saber que se trataba de nuevo de Fia

Quien seguramente estaba haciendo un gran drama, no sabía qué hacer con esa mujer, ahora solo podía imaginar cuando su nana llegara de vacaciones y se enterara

Isobel, dio un suspiro fastidiado, observo a Fia, aquella que sin que hablará comprendió de inmediato que debía parar de una buena vez

Mientras su padre y hermano parecían esperar una respuesta de su parte

—Eso dijo mi médico de cabecera, era al que tú siempre me has enviado, no hice muchas preguntas, no es fácil asimilar que morirás en un mes…

Todos se habían quedado pasmados, su padre frunció el ceño, pero luego de unos minutos asintió, parecía tranquilo, completamente pasible

Mientras Isobel solo lo observo como siempre lo hacía, aquel hombre cruel, que la culpaba por la muerte de su madre y nunca pudo amarla ni un poco

Al igual que su par de hermanos, todos ellos tan iguales, seres terribles, por lo que ella no sentía el más mínimo cariño

Justamente como ellos los hacían, no había nada, absolutamente nada, jamás intento ganarse su cariño, jamás quiso ser perfecta para ellos

Lo hacía por ella misma, por su apellido, por su madre, por aquella que la había dejado sola, con aquella manada de indiferentes, que solo la habían llevado a tener una máscara de por vida

—¿Qué has pensado en hacer? Cualquier cosa que desees, es lo menos que puedo ofrecerte, ya que…

—¿Voy a morir?

—Isobel…

La recriminación de parte de sus hermanos se escuchó de inmediato, mientras aquellos no podían creer la osadía de la chica

Aquella era callada, no parecía mostrarse apática al dolor de los demás y mucho menos parecía ser alguien imprudente, su hermana era la chica perfecta

Aquella que hablaba de manera suave y tranquila, mientras lograba envolver a todos con su carisma, pero ahora ella parecía completamente diferente

¿Le habría afectado tanto aquello de enterarse de que iba a morir? Seguramente debido al shock, estaban seguro de que ella en unas horas sería la de siempre

Su amable, bondadosa y más que todo perfecta y sumisa hermana

—No importa, de igual forma, quería preguntarte, ¿quieres algo en particular? ¿Hay algo que pueda ofrecerte para tener una vida cómoda?

Ya podían imaginarse, tanto sus hermanos como su padre, ya sabían la respuesta Isobel, diría que no deseaba nada

Que solo quería su comodidad y su cariño, también diría que deseaba que su prometido estuviera a su lado, aquel que tanto amaba

Sin contar que seguramente pediría estar fuera del trabajo y asistir a más fiesta, todo para dejar el nombre de la familia en alto

De solo imaginarse, tanto sus hermanos como su padre, no pudieron evitar sentir placer al saber que había alguien tan perfecto

Una chica tan bondadosa, que hasta el último momento les daría su amor incondicional como familia y ellos con gusto la retribuirían dándole esa compañía que seguramente querría

—Quiero irme lo más lejos posible, no quiero verlos, el solo tenerlos cerca, me da mucho dolor de cabeza, quiero pasar mis últimos días sin tener que lidiar con ustedes egoístas, tiránicos, sin contar con el hecho de que deseo una casa, no muy grande, pero linda, tal vez un departamento estaría perfecto, quiero acabar con el compromiso, no saben cuánto detestado a ese promiscuo de m****a, sin contar que quiero dinero, mucho dinero, no voy a trabajar y mucho menos asistir a las estúpidas fiestas elitistas que me obligan a tener, de verdad que las odio, tanto como a ustedes…

El silencio abarcó el lugar, al parecer la noticia de su muerte, no había sido tan ruda, como el hecho de saber que Isobel, hablaba de aquella manera

Su padre la observo con sus ojos azules muy abiertos, mientras sus hermanos parecían igual o más que sorprendidos, ella no parecía impórtale

Solo parecían esperar respuesta, solo parecía ser que se había quitado un gran peso, pues dio un largo suspiro y cuando uno de sus hermanos estaba preparado para hablar

Ella lo hizo de nuevo

—Ah… No quiero que le digan a nadie sobre el hecho de que moriré, simplemente de

pensar que todos estén encima de mí, que me observen con un rostro lleno de tristeza o pesar, mientras por dentro solo esperan que muera para hablar de mí de una manera más terrible, de lo que lo hacen ahora es más que suficiente, no me interesa, así que no deseo que nadie quiera saberlo

—Incluso Jonas…

—Principalmente, ese idiota, más cuando el compromiso se dará por terminado, por favor llama a su familia, estoy dispuesta incluso a asistir a la reunión …

Ella se dio media vuelta, y parecía dispuesta a marcharse hacia su habitación, mientras los hombres siguen cada paso que esta daba

Pero de la nada, sus pasos se detuvieron, observo a su familia, aquella que parecía estar muy sorprendida como para poder siquiera decir una sola palabra

—Por cierto, hagamos esa cena, el día de mañana, mi vida es muy corta, como para estar atada a una basura como la que tu ambición me ato padre, sin contar con el hecho de que planeo irme de fiesta, así que no tengo mucho tiempo…

Ella camino de nuevo, pero de nuevo se detuvo, observo a su amiga, a su lado, quien parecía estar igual de sorprendida y hablo de nuevo

—Fia se encargará de comprar mi apartamento, además de que planeo ponerlo a su nombre, cuando muera será suyo, no podrán arrebatárselo, y la tarjeta, la quiero con cupo ilimitado, tampoco te devolveré las que tengo, he hecho mucho por esta familia, lo menor que pueden hacer es darme todo lo que pido, sin más que decir, creo que me voy a mi habitación, no me siento nada bien…

Era cierto, no se sentía bien, no sabía si era la sugestión de saber que moriría, si era el hecho de que la adrenalina de semejante noticia, ahora bajaba

Y comprendía que efectivamente no había mucho que hacer, o simplemente por qué ver a su familia, la agotaba demasiado

Más mostrarse como era, pues esa máscara que siempre llevaba consigo, era tan pesada, que liberarla la había agotado hasta el punto de casi desmallarse

Lo único que supo, fue que sus ojos se cerraron en cuanto su cuerpo toco su cama, no se molestó en quitarse los zapatos, no se molestó en nada

Solo se recostó, mientras una Fia preocupada la observaba llena de sorpresa y temor, pues ella no tenía la menor idea de que sería de su vida, sin su mejor amiga y jefa

Pero mientras Isobel mostraba su verdadero rostro, el hermoso hombre desnudo en la cama de su amate sonreía de manera coqueta

 mientras está aún desnuda y apenas cubierta por una delicada y trasparente sabana, lo observaba de manera furiosa

—Me lo prometiste…

—Sabes que no está en mis manos, debo ir con ella…

—¿Por qué? Ya estoy cansándome, ¿Qué no se supone que nuestro tiempo es solo nuestro, no estoy dispuesta a compartirte, más cuando te cases con esa m*****a mujer, no sabes cuánto, la odio, la odio, la odio, la odio…

Esas rabietas últimamente eran muy comunes en ella, sobre todo desde el momento en el que el compromiso entre Isobel y él se había hecho público

Pues los ojos de todos, estaban sobre Jonas e Isobel, quienes eran hijos de las familias más consagradas de toda Escocia

—Sabes que no podemos hacer nada, incluso creo que no es culpa de ella siquiera

—¿Ahora la defiendes? Sé muy bien quién es esa mujer, la conozco, no es más que una manipuladora, una completa mentirosa, una mujer terrible envuelta en la máscara de una niña perfecta, créeme, sé que todo es su plan, que es su plan, para alejarte de mí…

La verdad era que Jonas no le veía, pies ni cabeza a sus palabras, ¿malvada? ¿Manipuladora? Nada de ello, Isobel, solo era una chica tonta

Una completa estúpida que dejaba que todos la pisotearan, incluso él, quien le dijo en la primera reunión que tenía una amante y no planeaba dejarla por ella

A lo que Isobel, solo le mostró una pequeña sonrisa, una delicada y tranquila, Mientras sus mejillas estaban tan rojas como un tomate

Tal vez pensando, en el hecho de que, al hablar de una amante, era más que claro que le tenía un claro temor, y vergüenza, pues una virgen como ella

Seguramente ni siquiera una página porno había llegado a ver algún día en su vida, es más estaba seguro de que era de las que hasta para bañarse, usaba un vestido de baño

—Te preocupas demasiado Isobel, solo hace lo que su padre le dice, es demasiado tonta como para siquiera pensar por ella misma, ya deja de pensar en tonterías, hoy iré a esa cena y luego tú y yo pasaremos la noche juntos…

—¿De verdad? ¿Vendrás en cuanto termines con esa perra?

—¿Terminar? Si te refieres a la cena, sí podemos pedir servicio a la habitación y tal vez…

—No… No quiero eso, quiero salir, quiero que nos vean junto, que nos veamos como la pareja que somos, a la m****a, eso, si dices que Isobel, no hará nada que su padre no indique, significara que no hará un escándalo si sabe que tiene que compartirte, además del hecho de que eres mío, y ella solo es un medio

Jonas dio un largo suspiro, observo a Morgan como si no fuera más que una niña problemática, mientras ella se cruzaba de brazos y notaba

Como este se levantaba de la cama y caminan hacia el cuarto de baño, no sin antes aclarar algunas cosas

—Quiero dejarte claro, que, aunque Isobel, no me interese, mi padre si lo hace, no planeo perder todo lo que he conseguido, por mostrarte y si tú no sabes comprender eso, lo mejor es que terminemos, después de todo, si no sabes comportarte ahora que ni siquiera estamos casados, no me imagino poco después…

Él parecía dispuesto a dejarla, a no mostrarle interés, Morgan sintió tanto temor que se levantó de la cama de un salto

Sujeto a Jonas de la cintura y hablo en un tono meloso, que solo logro hacer que este sonriera un poco

—Perdóname mi amor, no lo volveré hacer, no me comportaré como una tonta, así que perdóname

Jonas giro sobre sus talones, cargo a la mujer desnuda en sus brazos y sonrió divertido

—Estas seguras que no volverás actuar de esa manera

—No lo sé, pero no volveré a sugerir que me muestres ante todos, solo quiero estar contigo amor, ser solo tuya y que me veas solo a mí…

Jonas comprendía perfectamente lo que debía, él deseaba algo parecido, pero ahora no era el momento y ella debía entenderlo

—En el futuro mi amor, cuando por fin logre todo lo que quiero, te aseguro que tú serás la mujer que me acompañe, te aseguro que seremos solo tú y yo, pero mientras

—Seré buena niña y haré lo que me pidas

Jonas asintió, mientras cargaba hacia el cuarto de baño, a Morgan, aquella que aún abrazada su cuello, recostó su cabeza en sus hombros

Y sonrió, por ahora, solo por ahora, si la paciencia se lo permitía, pues ella conseguiría lo que deseaba, a como diera lugar, incluso si tenía que eliminar a esa Isobel Gray de su camino