Fue a su habitación, entró al baño y sumergida en la bañera trató de calmar las ansias que sentía su loba Libia que por el hombre que la rechazaba
Cerró los ojos y empezó a pasar sus manos por su cuerpo, e imaginó que era Arion quien deslizaba sus manos por su vientre y jugaba con su dedo en su entrada.
Sintió subir esas manos grandes y fuertes por su vientre y llegó a sus pechos y los apretó, pellizcó sus pezones arrancándole gemidos. Mordía su labio inferior sentía su corazón retumbar en su pecho mientras sus pechos era masajeador y apretados, sintió bajar nuevamente esas manos a su intimidad, y muy despacio se fue adentrando en ella
-¡Mmmmm! Por favor. -decía entre gemidos, esos dedos jugaban en su punto sensible haciendola estremecer toda, sentía estrujar su piernas deseando sentirse llena del hombre que era el dueño de esas fantasías.
-Por favor...-susurraba, embriagada del placer que sentía, sintió estremecer su cuerpo, y el movimiento de esos dedos fueron más acelerado, que te