Sebastian.

Desperté por la mañana rodeando la suave espalda descubierta de mi chica observé el reloj este marcaba las 11 de la mañana era domingo así que no me preocupaba, un fuerte dolor de cabeza me invadió y con eso supe que significaba la resaca.

Me metí a duchar para quitar el mal olor al alcohol y a lo que sea que estuviera oliendo, al salir de la ducha me vestí de manera casual y me encontré con Lucía sentada en la cama perdida en sus pensamientos y con la sábana envuelta a su cuerpo cubriendo su desnudez.

– –Buenos días nena – – me acerqué a ella y bese la coronilla de su cabeza.

– –Buenos días – – respondió con una pequeña sonrisa desde el día de ayer había estado bastante rara más seria, más sumisa estaba rara y me preocupaba.

– –¿Todo bien? – – pregunte enarcando una ceja.

– –Esta todo de maravilla – – volvió a sonreír. – –Dime quieres que prepare el desayuno? – – cambio esporádicamente de tema sabía que algo le molestaba.

– –Pues por mí no habría problema, pero no q