El camino a la casa de juntas fue hecho en silencio, pues nadie, parecía tener ánimos para charlar.
El día había sido largo y lleno de emociones fuertes, y para empeorar su situación, parecía que el día aún tenía mucho preparado para ellos.
Cuando llegaron, Chloe y Gerard se apresuraron a seguir a Ceres al sótano de la casa, mientras que Ragnar y Armin, se quedaron en la cocina picando algo mientras que los hechiceros cumplían su trabajo.
―Gerard dice que pueden pasar ―informó Gino al cabo de media hora
― ¿Está todo bien? ―le preguntó Armin
―Eso parece ―dijo Gino ―Diana no está hechizada y Gerard acaba de sellar sus poderes, y solo por si acaso, pidió que fuera esposada con esposas de plata ―
― ¿Realmente era necesario? ―preguntó Armin algo extrañado por el comportamiento del hechicero
―No realmen