«Nuevos pensamientos lujuriosos llegaron a mi mente, obviamente no dormí nada, toda la noche pensé en el mínimo movimiento de su cuerpo y creo que estoy un poco loca porque llegué a la conclusión de que en todo momento él siempre estuvo serio.
Bueno, tampoco es que yo tuviera cara de felicidad, pero sentí que él tenía mucho control de sus emociones, y yo con los ojos súper abiertos, preparada y regalada para cualquier emoción. Hay algo raro en él, solo pierde el control de sus emociones con su hermano y siento celos».
Baje feliz y emocionada, porque voy con toda y no voy a permitir que ignore lo que pasó ayer, y si va a ser así que vaya diciendo de una vez, porque sí va a ser un día sí, un día no, mejor ni mierda.
Él estaba feliz y risueño con mi tío y Emilia: «¿Emilia, qué así aquí? No me cae mal, pero mmmm».
Me retracto, solo muestra sus emociones con total confianza con su hermano y mi tío.
Desayunamos y todos se veían muy felices, incluido mi tío, que no paraba de hacer bromas.