Damian
Estoy en el penthouse, en plena reunión con Tomás y Alex, revisando estrategias.
Tomás recita una lista de nombres de empresarios locales, aquellos con quienes Victoria Blackthorne ha tenido colaboraciones en el pasado, y que serán los primeros a los que deberemos atraer para nuestro bando si queremos desmoronar el imperio de los Blackthorne.
Pero mi atención se desvía, un pensamiento inoportuno aparece una y otra vez, aunque trato de apartarlo sin éxito: ¿Por qué Emma se fue del restaurante sin avisar? Más aún, ¿por qué lo hizo sin que Roco la acompañara?
Detesto que la gente no cumpliera su palabra, y había dejado claro que me vería allí. Es extraño, tengo una corazónnada de que algo ha pasado.
¿En dónde demonios te metiste? , pienso, justo cuando la voz molesta de Tomás me saca de mis pensamientos.
—Damian, ¿acaso estás escuchando algo de lo que te he dicho? Es como hablar con la m*****a pared.
Parpadeo y solo entonces me doy cuenta de algo que me molesta y sorprende por ig