—¿Por qué lo hiciste, Jhon? ¿Por qué has cambiado mi medicina? ¿Por qué me has engañado todos estos años? ¡ME QUITASTE LO QUE MÁS QUERÍA! —mi voz tiembla, y aunque trato, no consigo contener las lágrimas. —¡Porque nunca te he amado! ¡No te amo, Emma! —su voz es fría, distante. Mi mundo se desmorona en ese momento y sé que no puedo seguir aquí. Pero él no va a dejarme ir tan fácilmente. —¡Me quiero divorciar! —No vas a ninguna parte. Eres mía, siempre lo serás, aqui el amor no importa, así que acostumbrate a esto. Es entonces cuándo aparece Damian White, un hombre misterioso, intrigante... pero peligroso. —¿Puedo confiar en ti? —le pregunto, insegura. Él sonríe con una oscuridad en sus ojos que me atrape y me asusta por igual. —Voy a ayudarte a conseguir lo que quieres, Emma, lo prometo. Lo que no sabía es que para Damian yo era solo una pieza más en su juego de venganza. Ya no quiero a nadie. Ya no confío en nadie. Ahora soy parte de una venganza mucho más grande.
Leer másA porta pesada do The Black Room se fechou atrás deles, selando Sophia em um mundo que não lhe pertencia, mas que, de alguma forma, parecia ter sido feito para ela.
Seu coração batia frenético contra o peito, não por medo, mas pela promessa do desconhecido. O ar era carregado, denso com uma eletricidade que parecia vibrar em sintonia com seu próprio corpo. O perfume amadeirado de Giovanni envolvia seus sentidos, um lembrete constante da presença dominante dele, enquanto sua mão firme a guiava com precisão, pressionando a base de suas costas nuas.
Ela sentia o calor dele, a força silenciosa que exalava de cada movimento, de cada toque, de cada palavra não dita.
— Confie em mim, Sophia. — A voz dele veio baixa, um sussurro grave que reverberou por sua espinha como uma promessa perigosa.
Ela engoliu em seco, seus dedos tremendo levemente, mas não recuou. Porque, apesar do desconhecido, apesar da tensão quase insuportável entre eles, ela queria aquilo.
O quarto era um santuário de controle e desejo, um espaço onde os limites eram testados e o prazer era moldado pela entrega. As paredes escuras absorviam a pouca luz vinda de velas estrategicamente posicionadas, criando sombras dançantes que faziam cada detalhe parecer ainda mais intenso.
Mas não eram as sombras que capturavam sua atenção.
Eram os objetos.
Algemas de seda, vendas de veludo, chicotes finos, cordas trançadas. Uma coleção cuidadosamente organizada de instrumentos de prazer e submissão.
Sophia sentiu o peito subir e descer com mais força.
Um universo completamente novo se abria diante dela.
Giovanni parou atrás dela, e antes que pudesse absorver tudo ao seu redor, seus dedos deslizaram lentamente por seu braço desnudo fazendo ela arfar.
O toque dele era firme, porém provocante.
Cada deslizar dos dedos parecia uma pergunta silenciosa, um convite para atravessar um limite invisível.
—
Está pronta para me pertencer esta noite?O calor dele irradiava contra sua pele, um contraste hipnotizante com o frio sutil do ambiente. Sophia fechou os olhos, tentando controlar a avalanche de sensações que ameaçava consumi-la. Mas já era tarde demais.
— Sim… — Sua voz saiu como um sussurro, carregada de uma necessidade que a assustava e a excitava na mesma medida.
Giovanni sorriu, satisfeito com a rendição implícita nas palavras dela. Pegou uma venda de veludo e a deslizou suavemente sobre seus olhos. O mundo ao redor desapareceu. Nada além do som de sua respiração e do calor da presença dele restava.
— No escuro, você sentirá mais, Sophia.
Sua voz roçou sua orelha, enviando um arrepio intenso por sua pele. O desconhecido aguçava cada sentido, cada expectativa. Ela estremeceu quando sentiu a textura das fitas de seda envolvendo seus pulsos, delicadas, mas firmes, atando-a à mercê dele. A sensação de imobilização fez sua pulsação disparar.
— Agora, apenas sinta.
Ela ouviu o farfalhar da roupa dele, o som rouco dos sapatos se afastando e depois voltando. Então, um toque quente, dominado pela precisão de alguém que sabia exatamente o que estava fazendo, deslizou por seu ombro, descendo lentamente pela curva de sua coluna.
Cada toque era um comando silencioso.
Cada suspiro, uma rendição inevitável.
Os lábios de Giovanni a tocaram, explorando-a sem pressa, sem hesitação. Sua língua traçou um caminho torturante pelo seu pescoço, sua respiração quente provocando um contraste entre prazer e expectativa.
As mãos dele desceram por seu corpo, explorando-a com um domínio absoluto, como se ela já lhe pertencesse há muito tempo.
— Você é fascinante assim, entregue-se a mim… — A voz dele soou rouca, carregada de desejo contido, de uma fome que ela sabia que não era apenas dela.
O mundo ao redor se dissolveu.
Sophia já não sabia mais onde terminava e onde começava.
A venda privava sua visão, mas seus outros sentidos estavam mais aguçados do que nunca. Cada toque dele era fogo e gelo ao mesmo tempo, desenhando nela um caminho sem volta.
O prazer e a excitação se misturavam à adrenalina de estar à mercê de um homem que a fazia sentir-se simultaneamente protegida e vulnerável.
— Eu poderia devorá-la inteira esta noite. — Ele sussurrou contra sua pele, os dentes roçando levemente em seu ombro.
O corpo de Sophia estremeceu, e ela sentiu o calor líquido do desejo se espalhar dentro de si.
Ali, naquele quarto escuro, nas mãos de um homem que sabia exatamente o que fazer com ela, Sophia teve certeza de uma coisa.
Ela nunca mais seria a mesma, porque Giovanni Bianchi acabara de marcá-la.
E ninguém jamais a tocaria do mesmo jeito novamente.
DAMIÁN Un año y medio después. La brisa cálida de la tarde acaricia mi rostro mientras miro el pequeño jardín decorado con luces y flores que Beatriz se encargó de ayudarme a montar. La casa está silenciosa, aunque sé que en el interior todos están conspirando para hacer que esta noche sea perfecta. Perfecta para ella. Es curioso cómo, después de todo lo que hemos pasado, este momento me pone tan nervioso. Mi corazón late con fuerza, y las manos me tiemblan ligeramente mientras verifico, por décima vez, que el anillo está en mi bolsillo. Siento una pequeña mano en mi pierna y, al bajar la mirada, veo a Luna mirándome con una sonrisa traviesa. —Paaaap, ¿ya?— pregunta con su vocecita dulce, sus ojos grises, tan parecidos a los míos, brillando con entusiasmo. Luna está enorme, acaba de cumplir sus dos años y está más curiosa que nunca. Ahora mismo es mi mayor aliada. Me agacho para quedar a su altura y le acaricio el cabello. —Casi, princesa. Pero recuerda lo que hablamos,
EmmaDos meses después...El reflejo del amanecer pinta la habitación de tonos cálidos y dorados. Por primera vez en lo que parecen años, siento que puedo respirar con tranquilidad. Todo está en calma. La pequeña Luna duerme profundamente en su cuna, y el sonido suave de su respiración me recuerda todo por lo que hemos luchado.Acaricio su cabello con suavidad, inclinándome para besar su frente. Ella es mi fuerza, mi razón para enfrentar todo lo que pasó. A pesar del tiempo que ha pasado todavía tengo la imagen de Damián herido, pero victorioso, fijada en mi mente. No puedo evitar que mi pecho se apriete de emoción. Su coraje, su determinación… Todo lo que hizo, lo hizo por nosotras.Cada cosa que hizo hace que el rencor, la rabia y todo lo del pasado se vuelva polvo. Perdí demasiado tiempo guardando rencor y ahora estoy ansiosa de recuperarlo, de poder armar una vida con el hombre que amo, porque si: Lo amo y es algo que ya no pienso ocultar.Mucho menos cuando acabamos de comprar n
DAMIANMis ojos se quedan fijos en los de Jhon y por primera vez parece que puedo ver algo de humanidad en ellos, pero ya es demasiado tarde para arrepentimientos de su parte.Puedo recordar los golpes de Emma, las humillaciones que le hizo pasar y hasta solo unos días pude ver a Sofía empezar a vivir lo mismo, es solo cuestión de tiempo para que su hijo sea el siguiente.Sin eambrgo, no alcanzo a decirle nada de esto, porque antes de que pueda responder una rafaga de disparon nos rodea.Los refuerzos han llegado.Aprovecho su distracción para moverme hacia una mejor posición, pero sé que no tengo mucho tiempo, me levanto y busco a Tomas que está tratandod e salir.—¡Ríndete, Tomás! —grito de nuevo, mi voz llena de furia.—¿Rendirme? —su voz vuelve a surgir de las sombras, ahora más cercana—. No, Damián. Yo no soy como tú. Yo no me dejo manipular por emociones inútiles.De repente, aparece frente a mí, su arma en mano. Por un segundo, ambos nos quedamos inmóviles, evaluándonos mutuamen
DAMIANEl disparo retumba en el aire, seguido de un silencio que parece eterno. Mi cuerpo reacciona antes de que mi mente pueda procesarlo, girándome hacia donde Rocco cae al suelo como si el tiempo se hubiese ralentizado. El grito de Emma a través del auricular se apaga cuando mi enfoque cambia completamente.La sangre de Rocco mancha el pavimento, y mis piernas se mueven antes de que pueda detenerlas. El caos estalla a mi alrededor. Personas gritan, algunos corren, y los hombres de Tomás se mueven como sombras en la periferia. Mi mente está en un torbellino de rabia, adrenalina y miedo mientras trati de legar a Rocco. Cuando lo alcanzo, está en el suelo, sujetándose el hombro con una mano, mientras la sangre mancha su camisa.—¡Rocco! ¿Estás bien? —me arrodillo a su lado, tratando de evaluar rápidamente la gravedad de la herida.Él me mira, su rostro contraído por el dolor, pero con una chispa de determinación en sus ojos.—Es solo el hombro, jefe —gruñe, intentando levantarse—. No
Hola cariñitos, primero que nada les agradezco por estar pendientes de mí. Quiero comentarles varias cositas, la primera es que como imaginarán los ingresos de la app no me dan para vivir de esto, por lo que tengo un trabajo aparte que me quita tiempo, razón número 1 por la que me demoro algunas veces en actualizar. He visto que han comentado que “Abandono” todas mis novelas o que la novela pasada sucedió lo mismo y recuerdo muy bien que la novela anterior se terminó, yo quise hacer unos extras de personajes secundarios pero lastimosamente todo acá debe pasar por editores y si no me aprueban y dan publicidad, pues no funciona y eso fue lo que pasó. Otra cosita más es que deben entender que igual que ustedes soy una persona HUMANA, que no soy un robot y escribir no es lo más sencillo, tengo un bloqueo y la nueva novela no tiene nada que ver. A parte he tenido la virosis de la grupo y los ánimos en el suelo, pero si esto hace que no me quieran seguir leyendo, entonces lo entiendo.
EMMAEl sonido de mis propios pasos parece ensordecerme mientras me muevo de un lado a otro en el salón. Mi mente es un caos absoluto, y cada minuto que pasa siento cómo la angustia me carcome. Sé que el plan está en marcha, pero no logro convencerme de que todo va a salir bien.Mis ojos se clavan en la puerta que Damián cruzará en cualquier momento. No puedo dejarlo ir sin decirle algo, sin recordarle que no solo está arriesgando su vida por venganza, sino también por nosotras, por Luna y por mí.El sonido de sus botas en las escaleras me sobresalta. Al verlo, mi pecho se llena de emociones contradictorias. Está vestido con un suéter oscuro y jeans, ropa sencilla que, irónicamente, lo hace parecer más peligroso que nunca. Su mirada es una mezcla de determinación y algo más... algo que no sé si quiero identificar.Se detiene al notar mi expresión, y su ceño se frunce ligeramente.—¿Estás bien? —pregunta con un tono que intenta sonar neutral, pero sé que está preocupado.—No —admito sin
Último capítulo