Sebastian entró al gimnasio y se ganó varias miradas, bueno todas excepto la de la mujer que le importaba, rodeó el vidrio para saludar a su hijo, él sonrió y le vio caminar hacia su madre con un par de vasos de café.
—No sabía que esto era una cita.—Todo momento juntos es una cita—Le aclaró Sebastian y le besó en la mejilla.—¿Cómo va tu día, Caine?—Excelente, mandé a terminar documentación para cambiarle el nombre a nuestro hijo. ¿Te parece Sergio Sebastian Caine Smith?—Sergio Burwish Pieth Caine —Reclamó Olivia. —Sí, estás vivo y quieres que lleve tu apellido.—Sergio Caine Burwish Pieth —propuso de nuevo. —Los demás pueden ser Caine Caine.—¿Los demás? —repitió Olivia y le miró finalmente, él sonrió y asintió.—Siempre he querido cinco hijos, con Mily y Sergio solo estamos empezando a sumar.—No me estás cortejando bien.<