C76 - Visita de cortesía.
Gabriel se encontraba en el pasillo, justo frente a su habitación, sintiendo la tensión en el aire. Gael se acercó a él con una expresión seria.
— Tenía que hacerlo — le dijo, su voz firme —. Es tu madre también, y Eva es como su hija.
Gabriel suspiró, sabiendo que su hermano tenía razón. Asintió lentamente, aunque su mente estaba en conflicto.
— No quiero que esto se vuelva absorbente — respondió, sintiendo que la frustración comenzaba a brotar —. Ella es absorbente.
— Es tu madre. No seas así — le recriminó Eva, que había escuchado la conversación y le dio un suave golpe en el hombro.
Gael no pudo contener la risa ante la situación. Con una sola mirada de Gabriel, se alejó riendo, dejando a la pareja a solas. Gabriel observó a su esposa, sintiendo que su corazón se llenaba de amor y preocupación al mismo tiempo.
Sin pensarlo dos veces, la levantó en brazos, llevándola a su habitación.
— Eres hermosa — murmuró, sus ojos brillando mientras la miraba. La depositó suavemente sobre la ca