Las probabilidades de que la ex pareja de Iris estuviera en ese grupo eran nulas, pero sabía que ella se sentiría mejor al confirmarlo, así que fui obedientemente a obtener respuestas para ella.

Ellos se encontraban a las afueras de la manada.

Los enviados no eran más que un grupo de diez lobos sin nada en particular que destacar... excepto de uno.

Una de mis cejas se arqueó y me acerqué para saber sobre qué discutían con mis compañeros.

-... ¿Más? ¿Esperar más? ¡Llevamos dos años buscándolas! - Gruñó una cara conocida.

-Pues no estaban buscando lo suficientemente a fondo. - Dijo Bo sin inmutarse. - Se las llevarán en cuanto nuestro Beta lo considere oportuno. Además, si tuvieran tanta prisa por llevárselas, no se habrían tomado su dulce tiempo en venir hasta aquí.

Gruñeron, mis compañeros gruñeron más fuerte.

-Hey, Bo. - Dije acercándome. - ¿Crees que pueda hablar un momento con el líder del grupo?

Bo se encogió de hombros.

-El Beta Azz solo nos pidió que les informáramos sobre esp