Capítulo 18.
-¡No está a discusión el baño, pequeños mocosos!- Gruñí persiguiendo a los cachorros por la sala de estar.
Ellos decían que no era necesario porque, y cito, "Se bañaron hace tres días".
-¡Tendrá que atraparnos!
Suspiré, para ellos todo era un juego... excepto los ejercicios que habían aprendido de Raptor.
Un Raptor actualmente desaparecido.
Podría decir sin temor a equivocarme que todos por aquí ya lo echábamos de menos y solo había estado un par de días fuera.
La realidad era que tendríamos que acostumbrarnos a su ausencia porque el lobo se iría pronto de todas maneras.
No estaba triste, por supuesto que no.
Les gruñí a los cachorros.
-Debo volver a la oficina, pero cuando salga de ahí los quiero a todos limpios... y por el amor de Nuestra Gran Madre, ¡No son gatos! ¡Ocupen agua y no sus lenguas!
Me di la media vuelta y regresé a la oficina en donde Bib ya me esperaba con una mirada divertida.
-Y es por eso que yo no quise tener cachorros. - Dijo señalando el