Narra Chloe Wheeler
El pasillo aglomerado con gente no me dejaba en paz. Pronto me di cuenta de que esa ansiedad no era normal, yo disfrutaba antes de todos esos entornos bulliciosos y llenos de gente, pero en el presente me causaba molestia y lo asimilé con tantos meses de encierro, realmente ese estado enloquece a cualquiera.
Mientras salíamos a las afueras del centro comercial, con la bolsa del vestido que contenía las ropas de Max, sentí que la tormenta venía hacia nosotros… la que Nate nos tenía encima. Aunque, ese pequeño respiro me había devuelto un poco de vida y lo agradecía.
Al fin caminamos un tramo más y encontramos la cafetería en la que Leah nos estaba esperando. La cafetería estaba muy expuesta, eso fue lo que pensé, dejándome guiar por mi instinto de supervivencia, pero junto a Max esperamos durante unos minutos hasta que yo noté aquella presencia.
Leah llegó con su melena pelirroja, despampanante y esa sonrisa serena que nos dedicó desde la distancia. Nos saludó al in