(POV: Ishtar)
Mi cuerpo aún temblaba por la activación del medallón.
La armadura me envolvía con cada latido, blanca como ceniza viva, cruzada por líneas de oro y cicatrices de fuego congelado. Me sentía más ligera, más fuerte, más… completa.
Pero no estábamos solos.
A mi alrededor, los reclutas aún resistían. Algunos heridos, otros cercados. Y cuatro híbridos de clase A rugían como si acabaran de despertar de siglos de hambre.
Entonces, lo vi.
Mike se incorporó, escupiendo sangre con una mueca torcida.
—Ah, maldita sea… —murmuró—. Esto ya no es calentamiento, ¿verdad?
Su medallón brilló en su pecho como un rayo atrapado. El tatuaje de su cuerpo reaccionó como un animal que reconocía su jaula.
Y entonces la armadura se formó.
Oscura. Afilada. Fragmentada como piedra rota moldeada por el rayo. Dejó parte de su torso al descubierto, como si la tela hubiera perdido la batalla contra su poder. El Orvium viviente vibraba con furia.
Los ojos verdes de Mike brillaron con picardía cuando me m