(POV: Ishtar)
No estaba enojada con Adriian.
Nunca lo estuve.
Pero era más fácil dejar que lo pensara.
O, al menos, no corregirlo.
Porque en el fondo…
yo creía que era él quien estaba enojado conmigo.
La forma en que dejó de mirarme después de lo de Lucian.
La forma en que no dijo nada, pero me dijo todo con ese silencio tenso.
La forma en que ya no compartía entrenamiento, ni preguntas, ni bromas a medias.
Yo lo sentía.
Su distancia no era física.
Era un muro.
Uno que no sabía si él había levantado…
o si lo hice yo por miedo.
Y cuando lo vi aparecer en los jardines, con esa expresión dura, contenida, pensaba que vendría a reclamarme algo.
Pero no.
Solo preguntó si estaba bien.
Y se sentó.
Sin juicio.
Sin ira.
Sin expectativa.
Y ese gesto, tan simple, me rompió un poco por dentro.
Porque entendí que no estaba enojado.
Estaba herido.
Confundido.
Tal vez… perdido.
Y aunque no dijimos mucho, yo sentí que esa conversación, en silencio, fue más real que cualquiera que hubiéramo