—Los voy a extrañar— nos dice la bella Louise, abrazándonos mientras nos despedimos en el aeropuerto de Dublín.

—Tranquila, preciosa, ya tu papá nos prometió que van a viajar pronto, pues mi niño bonito está a nada de asumir en propiedad como el mandamás. Así que prepara tus cosas que una vez que suceda tú y Shannon estarán con nosotros.

—Si sobrevivo al incordio de tu padre, por supuesto que no me puedo perder ese magno evento.

—Te prometo que te ayudaré, Shanny, aunque no lo creas algo conozco a mi papá y te lo aseguro, es un dulcito, agrio pero dulcito.

—Tenemos que irnos, ya el piloto dice que todo está listo— nos informa mi niño bonito y vuelvo a abrazar a las chicas, ya las extraño y eso que no he puesto un solo pie en los escalones del avión, camino hacia el avión y doy la media vuelta, les hago un ademán ambas y subo.

—Ah…

—¿Estás preocupada por las chicas? —pregunta mi amado y yo solo asiento, aunque son muchas cosas las que me preocupan, ahora sumo una más y son esas dos que