La noche del encuentro...
Estaba todo listo y dispuesto para cumplir con los designios de ese maldito, esto era lo justo, tenía que decidir entre mi amor por él o por mi hermana, y por desgracia Daria era me prooridad.
-Él ha llegado- fue lo que me avisó Lamas por el intercomunicador y ordené a todos los sumisos que comenzaran con su actuación.
A los pocos minutos, la puerta de la habitación se abrió y lo vi, sus ojos destellaban y noté como su cuerpo se tensaba.
Tomé a Leo de la cabeza y lo obligué a besar mi torso desnudo, en ese momento me sentía como la peor escoria del mundo, pero debía seguir con mi actuación.
Estaba preparada para el golpe y lo vi venir hecho una furia, cuando tomó a Leo del cuello y lo lanzó como si fuera un costal de papas. Había llegado el momento, así que comencé lo que había venido a hacer.
-Angelito, bienvenido a mi fiesta, llegaste temprano - dije y me vanaglorié por ser tan buena mentirosa.
-¿Era para esto que me querías hoy Queen? ¿qué querías dem