PIERO
El día de la despedida de soltera de Alison, Lucio se encontraba inquieto en mi apartamento. Iríamos a cenar con unos amigos, su futuro suegro y posible concuñado, pero sabía que a él no le gustaba demasiado aquella fiesta en la que cinco mujeres hermosas y solteras, harían de las suyas, arrastrando a la novia a sus locuras.
—¿Quieren beber algo? —pregunté y Lucio asintió.
—Si tienes cerveza, te acepto una —dijo Josh y fui por tres cervezas.
—Señor Davis; ¿quiere beber otra cosa? —me dirigí al padre de Sabrina, quien se había sentado y quitado los lentes, pasándose la mano por el rostro con una especie de frustración.
—¿Tienes coñac o escocés? —preguntó y afirmé—. Entonces me aprovecharé de tu generosidad y te pediré la botella de escocés y unos cubos de hielo.
Lucio y yo lo vimos sorprendido, mientras sacaba de un estuche, un puro para fumar. Josh no parecía sorprendido y le ofreció fuego, luego de que cortara el tabaco y se lo llevara a la boca.
—¿Desde cuándo fumas, Josh? —pr