Capítulo 92: Si le haces daño no te imaginas la cantidad de espacio que tengo para enterrar un cadáver
Esa noche su marido decidió invitarlos a todos a cenar para celebrar lo bien que había salido el plan contra Izan.
Su exesposo no había sido detenido ese día porque la investigación debía llevarse a cabo, pero tenía prohibido abandonar la ciudad.
Sacarlo de la empresa de su padre, que estuviera siendo investigado por malversación de fondos y que perdiera todo lo que había robado y lo propio por tener que devolver el dinero a Jacob, a ella le parecía digno de celebración.
En esa ocasión toda la familia, incluida su madre, sus hijos y Roger estuvieron invitados.
—Niños, hoy harán sentir orgulloso a papi, ¿verdad? —preguntó Alexander cuando por fin estuvieron acomodados en la mesa y solo esperaban a que el asistente de su marido llegara.
—Papi, yo creí que siempre estabas orgulloso de mí no solo hoy —dijo Victoria.
—No lo decía por ti, hijita, se lo decía a tus hermanos que son un poco imprevisibles.
—Alexander —susurró Diana—. Intenta confiar en ellos, no han hecho nada, están tranquilo