72. MI INVESTIGACIÓN EN EL HOTEL
VICTORIA:
¿Estaba segura de esta decisión? Me hice la misma pregunta mientras veía a Ricardo alejarse, molesto. Realmente no estaba segura de si era lo correcto, pero no podía volver a caer en las redes de ningún otro hombre, aunque tuviera un hijo suyo. Mejor seguía mirando qué hacía la santa Isabel en el hotel de mi familia. Para mí, las casualidades habían dejado de existir hacía mucho tiempo.
Ricardo parecía sorprendido cuando la vio, así que le daré el beneficio de la duda sobre si está confabulado en mi contra.
Isabel seguía moviéndose por el hotel con la elegancia de siempre, pero me resultaba exasperante. Se esforzaba tanto por aparentar fragilidad, como si ese vestido blanco y su silencio fueran suficientes para convencer al mundo entero de que la vida le había arrebatado todo. Pero yo sabía más. Sabía que detrás de esas sonrisitas y su voz tímida había una mujer manipuladora, calculadora y, sobre todo, una mentirosa.
Desde mi lugar en el balcón de mi habitación, observ