59. ENFRENTAMIENTO Y SECRETOS
VICTORIA:
Aunque Matías no estaba equivocado. Era cierto lo que decía, pero, ¿por qué mis padres jamás hicieron negocios con ellos? Tampoco los vi en ninguna de las fiestas de nuestra familia.
—¿Realmente crees conocer toda la verdad sobre tu matrimonio, Victoria? —susurró Isabel, inclinándose hacia mí con una sonrisa que no llegaba a sus ojos—. ¿Conoces en verdad a Ricardo?
Miré a Ricardo, ahora detenido no muy lejos. Jamás dejaba de vigilar, ni siquiera cuando parecía distraído en otras conversaciones. Se acercó a nuestra mesa con pasos medidos y su presencia imponente hizo que Matías se tensara visiblemente al verlo, mientras Isabel esbozaba una sonrisa. El aire entre ambos hombres chisporroteaba con una hostilidad apenas contenida.
—Matías Castellanos —saludó Ricardo con una frialdad que podría haber congelado el champán—. Veo que sigues con la misma costumbre de perseguir lo que no te pertenece.
—¿Perseguir? —Matías soltó una risa seca—. Curioso que lo menciones, cuando f