Bianca.
Me maldigo a mi misma por actuar de esta forma tan temerosa pero jamás me han gustado las tormentas, no tengo buenos recuerdos, al darme cuenta de que por instinto abrace a Jack pero al verlo me doy cuenta de que no es él ya que sus ojos son de color amarillo y me abraza con fuerza por la cintura, suelto a Jack para separame de él pero Jack no me suelta.
-Jack me podrías soltar por favor.
-no quiero.
Me quedo sorprendida al escuchar el tono de voz de Jack, es tan profundo y gruesa que me parece tan seductor, un impulsó de no querer separame de él jamás pero niego levemente para disipar esas ideas de mi mente.
-Jack.
-si.
Al volver a escuchar ese tono de voz siento que las piernas me tiemblan y se me ase un judo en la garganta, Jack me mira fijamente y de forma suave con esos ojos tan penetrantes y brillantes, abro los ojos con asombro al ver que mi abuelo le propina un ligero golpe en la cabeza a Jack que lo voltea a ver con molestia.
-cálmate y suelta a mi nieta.
Jack gruñe