Capítulo 16. Exnovio al acecho.
Emma caminaba con Lidia hacia el consultorio ginecológico. Sentía un nudo en la garganta, no tanto por miedo al diagnóstico, sino por todo lo que significaba regresar a ese espacio de revisión, de bisturís, de recuerdos de sangre y pérdida.
—Tranquila —le susurró Lidia, tomando su mano para apretarla—. Yo estoy aquí.
La enfermera las condujo a una pequeña sala. Allí las recibió la doctora Roberson, una mujer de unos cincuenta años, cabello corto y mirada firme, que transmitía seguridad con apenas un gesto.
—Emma, me alegra que hayas venido. Carla me adelantó un poco tu situación —dijo la doctora y les indicó a las mujeres que se sentaran frente a su escritorio—. Sé que ha sido un proceso difícil el que te ha tocado vivir, pero este es un paso importante para tu recuperación.
Ella asintió y luego le hizo una narración, lo más detallada posible, de lo que había sucedido y lo que le explicaron en el hospital luego del legrado.
La doctora Roberson la escuchó con atención y, luego de regis