C163: No lo voy a permitir.
La mañana en la mansión estaba impregnada de una quietud casi idílica. El sol se filtraba a través de los ventanales, proyectando luces doradas sobre las alfombras y los muebles. En el ala privada, Royal y Kisa despertaron envueltos en una atmósfera de satisfacción y complicidad, en lo que sus cuerpos todavía estaban imbuidos del calor de la noche anterior. La pasión compartida había dejado una sensación de plenitud en ambos, una conexión silenciosa que se reflejaba en sus miradas y en la suavidad con la que se tocaban al despertar.
A pesar de la presencia de Katherine en la casa, el buen humor de Kisa no se vio empañado. Su confianza en Royal, sumada al afecto inquebrantable que él le demostraba, la mantenía serena. A fin de cuentas, Katherine era una sombra del pasado, un fantasma que intentaba aferrarse a algo que ya no le pertenecía.
Por otro lado, Katherine sentía que cada día su desesperación crecía con más intensidad. Había esperado que su estancia en la mansión le permitiera r