A MERCED DEL DINERO. C95: Y si está aquí, es por ti.
Un par de días después, Richard divisó a Marfil en la universidad. Estaba a cierta distancia, pero su presencia destacaba entre la multitud de estudiantes que transitaban por los pasillos. Sin pensarlo demasiado, avanzó hacia ella y, cuando estuvo lo suficientemente cerca, la llamó por su nombre.
Marfil levantó la mirada y, al reconocerlo, esbozó una sonrisa radiante.
—¡Hola, Richard! —saludó con entusiasmo.
—Hola —respondió él con amabilidad—. ¿Cómo has estado?
—Muy bien —contestó ella, mientras llevaba una mano a su cabello para acomodar algunos mechones que caían sobre su hombro.
Richard la observó con detenimiento. Había algo en ella que se veía diferente, como si su semblante reflejara una felicidad genuina que no siempre estaba ahí.
—Te noto especialmente animada esta mañana. ¿Pasó algo bueno?
El rostro de Marfil se iluminó aún más.
—Sí —dijo con una leve risa—, es que este sábado es mi cumpleaños. Y aunque no tengo planes de hacer algo demasiado grande, tengo la sensación de q