A MERCED DEL DINERO. C78: Yo me haré cargo de él.
Lucas sintió que su autocontrol se rompía como un cristal al estrellarse contra el suelo. En un impulso de frustración incontrolable, levantó ambas manos y comenzó a golpear la puerta con insistencia.
—¡Abre, Marfil! —gritó con desesperación.
Desde el interior de la casa, la voz de Marfil se elevó en respuesta, furiosa y tajante.
—¡Te dije que te largues!
—¡Tenemos que aclarar lo que sucedió! —insistió, golpeando nuevamente con los puños cerrados.
—¡No quiero hablar contigo, no quiero verte! —gritó Marfil desde dentro.
—¡Ábreme, Marfil, ábreme ya! —vociferó Lucas, perdiendo cada vez más el dominio sobre sí mismo.
Los golpes se volvieron aún más violentos, más insistentes, y el sonido resonó en la noche como un tambor de guerra.
—¡Si no me abres, derribaré esta puerta! —amenazó.
—¡Voy a llamar a la policía!
Pero Lucas, enceguecido por su propia cólera, continuó con los golpes hasta que, de repente, la puerta se abrió de golpe.
El aire pareció desaparecer de sus pulmones al ver a la per