A MERCED DEL DINERO. C77: No eres mi dueño.
Dentro del restaurante, Sergio suspiró pesadamente mientras se acomodaba la camisa arrugada por el forcejeo. Marfil se giró hacia él con la expresión abatida, sintiendo la vergüenza ardiendo en su rostro.
—Lo siento mucho, de verdad. Lamento que todo esto haya pasado —manifestó con sinceridad.
Sergio, aún sorprendido por la intensidad del enfrentamiento, la miró con las cejas fruncidas antes de responder.
—No deberías estar con alguien como él —expuso sin rodeos—. ¿De verdad ese tipo es tu novio?
—No, claro que no. Él no es mi novio. Solo somos amigos —soltó apresurada, como si intentara disipar cualquier malentendido.
Sergio dejó escapar una risa sarcástica, ladeando la cabeza mientras la observaba con escepticismo.
—¿Amigos? —repitió, con una mueca incrédula—. Se nota que solo son amigos, ¿eh? Un tipo que grita a los cuatro vientos que eres su mujer y que casi golpea al primero que se atreve a hablarte no parece muy amigable.
Marfil bajó la mirada por un momento, sintiéndose sofocad