—¿Cómo que se van a divorciar? —preguntó Kisa, sorprendida por la noticia—. Pero si llevan muy poco tiempo casados. ¿Cómo es posible?

Marfil se encogió ligeramente de hombros, evitando sostenerle la mirada.

—Así se dieron las cosas —respondió—. Lo nuestro no ha funcionado, y ya no hay nada que hacer.

—¿Cómo que ya no hay nada que hacer? —repitió con incredulidad—. ¿Tuvieron problemas y ya están pensando en divorciarse? Marfil, todas las parejas pasan por momentos difíciles, pero no es excusa para rendirse. El matrimonio no se abandona así, al primer obstáculo que aparece. Tienen que buscar la manera de solucionarlo. Siempre hay algo que se puede hacer, alguna forma de salvar lo que tienen.

—Lo nuestro ya no tiene arreglo, y Richard piensa lo mismo.

—¿Él te dijo eso? Pero si se notaba que te adoraba...

—Pues ya no es así. Las cosas cambiaron.

—¿Pero qué pasó? —insistió Kisa—. ¿Qué fue lo que sucedió entre ustedes para llegar a este punto? No me digas que fue solo una discusión, porque