A MERCED DEL DINERO. C213: Se comprometió.
Durante el trayecto en el automóvil, Richard y Marfil no cruzaron una sola palabra. Afuera, las luces de la ciudad pasaban como suspiros fríos por las ventanas, mientras la mansión Fankhauser se acercaba más y más.
Una vez llegaron, estacionados frente a la entrada, Richard fue quien rompió ese silencio.
—Lamento mucho lo que pasó con mis padres —dijo, sin girarse aún, manteniendo los ojos clavados en el volante.
—No fue tu culpa, Richard —respondió Marfil, bajando la vista por un momento—. Y perdóname por la forma en que reaccioné… pero tu madre estaba cruzando los límites.
—Sí, lo entiendo —admitió él, ahora mirándola de frente—. No me gustó para nada lo que pasó, ese enfrentamiento entre ustedes me desconcertó bastante… pero fue inevitable. Lo siento si no hice lo suficiente por ti.
Ella negó con la cabeza con suavidad.
—No digas eso, Richard. Tú me defendiste, y yo sé cuánto significan tus padres para ti. Aún así, lo hiciste, te pusiste de mi lado y con eso me demostraste cuánto m