Un par de días después, Richard llamó a Marfil y le dijo que quería hablar con ella. Era algo muy importante, así que necesitaban verse, pero no en la universidad. Debía ser en otro lugar.

Marfil aceptó. Respondió que sí, que hablarían, porque ella también tenía algo importante que decirle.

Debía dejarle claro que no iba a andar con él, así que tenía que dejar de hacerse ilusiones. Estaba dispuesta a perder todo el terreno que había ganado con Richard, estaba decidida a seguir su camino con Lucas.

Richard la recogió de la mansión, y luego se dirigieron a un centro comercial. Caminaron juntos entre la gente, y en cierto momento, Richard tomó la mano de Marfil.

Ella no apartó la suya, pero no porque quisiera sostenerla, sino porque le dio pena ser tan cruel. Así que dejó que él la mantuviera allí.

—¿Por qué me has traído aquí, Richard? —preguntó Marfil—. Hay mucha gente en este lugar. ¿Es aquí donde quieres hablar de ese asunto importante que mencionaste por celular?

—En realidad, querí