A MERCED DEL DINERO. C189: Te dejaré en paz.
—Mi presencia no será una molestia ahora que no hay nadie —respondió Marfil con una falsa dulzura que sólo resaltaba la ironía de sus palabras—. No hay absolutamente nadie en el local. O... ¿también atienden a fantasmas?
Lucas, que hasta entonces había guardado silencio, se incorporó con una mueca de hastío dibujada en el rostro. Su paciencia comenzaba a resquebrajarse.
—Marfil —pronunció—, ya te lo aclaré antes. Este es mi lugar de trabajo, y no pienso hablar aquí de asuntos personales.
Ella, lejos de intimidarse, arqueó una ceja.
—¿Quién dijo que vine a hablar de algo personal?
Lucas resopló y cruzó los brazos, tratando de no perder el control frente a su compañera.
—Entonces dime, ¿para qué otra cosa vendrías? Dudo mucho que sea para comentarme sobre lo que hiciste esta mañana.
Marfil soltó una risa áspera, llena de reproche, y se inclinó hacia el mostrador.
—Si no te molesta que hablemos con esta chica presente, pues lo haré. No tengo ningún problema —declaró, como si supiera que