A MERCED DEL DINERO. C171: ¡No puedo creerlo!
—Marissa es la única persona con la que puedo sentirme tranquilo... y seguro —declaró Lucas—. Sin ella, en este momento estaría hundido, arrastrado por el peso de todo esto. Estaría perdido, melancólico. Ella... me da estabilidad.
Esteban no dijo nada por unos segundos. Solo lo miró, y en sus ojos había comprensión, pero también inquietud.
—¿Quieres decir que la estás usando para tapar tu proceso de duelo amoroso? —preguntó, cruzándose de brazos con una ceja alzada.
—Vamos, hombre, no lo veas así —respondió Lucas con fastidio—. De verdad quiero amarla. Sé que es la chica ideal para mí.
—Claro —ironizó Esteban—, porque ella se desvive por ti... mientras que tú aún te mueres por otra.
—Ya, no seas tan duro —replicó Lucas, bajando la mirada.
—Solo lo digo porque Marissa es una buena chica. No merece lo que le estás haciendo. Lo mantengo: esta relación es un error.
—Ya, ya basta, no me digas más —interrumpió Lucas—. Ahora somos novios, y no vamos a dar marcha atrás.
Esteban suspiró, pero