A MERCED DEL DINERO. C153: ¿Cómo es posible que me entere por otros y no por ti?
—Bueno, hice lo que pude para dormir —replicó Richard, con una mueca que intentaba parecer un gesto de humor, pero que se perdía en la incomodidad de su estado.
—Por eso yo debí quedarme contigo anoche —alegó Marfil—. Para asegurarme de que pudieras descansar bien.
Richard la observó en silencio por un momento y luego negó suavemente con la cabeza.
—Mucho menos iba a poder descansar si sabía que estabas aquí —respondió con la honestidad que lo caracterizaba—. Iba a estar muy consciente de lo incómoda que estarías en esta habitación. No quería que pasaras un mal rato por mi culpa.
—Tienes que acostumbrarte a tenerme a tu lado también en las malas —dijo ella con determinación—. Porque te voy a acompañar y te voy a apoyar también en las situaciones difíciles. Si tú de verdad quieres que yo sea tu esposa, Richard... tienes que dejarme apoyarte. ¿Lo entiendes?
Él se quedó callado por unos segundos y la miró como quien se da cuenta de que quizás no merece tanto.
—Sí... tienes razón —declaró