A MERCED DEL DINERO. C151: Te quiero solo para mí.
La última frase estaba cuidadosamente elegida. No necesitaba señalar a nadie: todo el mundo sabía a quién se refería.
Los ojos de Marfil centellearon. Dio un paso al frente, clavándole la mirada.
—Eso no puede ser. Lucas jamás andaría contigo.
—¿Y por qué estás tan segura? —preguntó Marissa, sin dejarse amedrentar.
—Porque él me quiere a mí —declaró Marfil—. Es más, hace tan solo unos minutos, antes de que llegaras, estábamos hablando de ello.
Marissa sintió una punzada aguda en el pecho, como si cada palabra se le hubiera clavado directo al corazón. Pero no lo mostró. Se tragó la incomodidad, la duda, la herida. No le daría el gusto a Marfil.
Lucas, por su parte, desvió la mirada con incomodidad. Sabía que no debía haber dejado que eso se dijera así. Sabía que debía decir algo… pero no encontraba cómo. Lo único que sentía era el nudo en el estómago y el miedo de que Marissa se alejara.
—Bueno… las personas cambian de opinión —alegó Marissa—. Así como también pueden cambiar de sentimi