Sabía que regresar a la ciudad implicaba renunciar a nuestra paz, pero me cuesta dejar de ver hacia atrás para confirmar que nuestros guardaespaldas nos estén siguiendo. El juicio comenzará mañana, y eso ha puesto a toda la familia en alerta, por eso estamos saliendo escoltadas en este paseo por el parque.
Todos necesitábamos algo de aire fresco y sol, con todos me refería a mi madre, Amy, Junior y mi persona. Intento dejar de mirar a donde están los escoltas, porque sé lo necesarios que son, después del último berrinche de Rowan, podían pasar muchas cosas.
—No es por nada, pero me siento famosa — bromea Amy viendo hacia atrás.
—Yo me siento perseguida — confieso. Soy la que lleva el coche del bebé.
—Es una medida de seguridad necesaria mientras se desarrolla el juicio. ¿Crees que Damián lo soportará? — interviene mi madre.
—Se ha preparado lo mejor que ha podido para ello. Recemos para que ni los padres de Charlotte, ni ella lo arruinen con sus testimonios — digo preocupada.
Tanto su