Sé que no es bueno alegrarse del sufrimiento ajeno, pero no puedo evitar reírme leyendo los reportajes que han salido sobre Rowan esta última semana. Si el escándalo de Damián había sido grande sin pruebas de que realmente representase un peligro para los demás o él mismo, con Rowan sobraban pruebas y esas estaban esparcidas por el internet.
No sólo algunos medios de comunicación han insistido en hablar mal de él, sino también en varias redes sociales es tendencia. Desde el video de él explotando en ira y pateando al pobre mesero, hasta testimonios de gente que estaba en ese restaurante.
Los testimonios no han parado allí, hay muchos más del carácter en general de ese terrible ser humano. De cómo le gusta humillar y degradar a sus trabajadores, o a la gente que está por debajo de él. Un argumento que se usa con frecuencia es: ¿No vimos cómo trató a su único nieto vivo? ¿Es sorprendente cómo trata al resto?
Además de su reputación estar por el suelo, las acciones de su empresa también