Aunque Damián llegó a acusar que su abuelo nos quería casar, no le creí. Ahora, tengo que hacerlo, porque más claro no puede estar. Él no estaba exagerando, e intento sonreír ante lo que me ha dicho el señor Rowan.
—Tiene un gran sentido del humor — respondo.
—Mi sentido del humor no es el que está hablando, son mis ansias de verlo con una mujer de buenos valores. Aquella que guíe su camino distorsionado. Detrás de cada hombre exitoso, hay una mujer maravillosa — argumenta.
Por dentro, estoy en un estado de emergencia. Me quiero ir de aquí. Quiero retroceder el tiempo. ¡Claro que no me consideré para ser la esposa de Damián! ¡Porque no quiero casarme con él!
—Whoa… Me toma por sorpresa con lo que dice señor Rowan — finjo que mantengo el control.
—¿Cuán sorprendida estás? Eres hermosa e inteligente y por lo último, debes saber lo bueno que sería que formes parte de nuestra familia — continúa.
—Debo decir que, aunque me halaga todo lo que me ha dicho, yo no estoy buscando casarme. No cr