El ambiente en este bar no puede estar más ameno y relajado. La vista asombrosa de las alturas que tenemos a través de las paredes de cristal, y los cocteles que hemos pedido, han estado de 10. Mi humor no tanto.
—¿Qué es esa cara, Lelo? Por fin tenemos nuestra primera salida de mujeres solteras en la gran ciudad, juntas, y estás así — comenta Amy.
Habíamos salido un sábado por la noche, para hacer una de las primeras cosas que quería al mudarme. Ambas nos arreglamos, lucíamos hermosas y mañana no había trabajo. Podíamos descontrolarnos.
—Tienes razón — bebo más de mi trago — Disfrutemos a lo grande.
Amy se ríe, y hace un gesto de que se acerquen a una pareja que viene detrás de mí. Al estar cerca, hacemos las presentaciones, la chica se llama Julieta y el chico… nos reconocemos antes de decir el nombre del otro.
—¿No te llamas Jasper? — pregunto.
—Sí. ¿Eres la rehén del tirano de nuestro jefe? ¿Leonora? — pregunta él. Todos nos reímos ante tan trágica situación.
—Los cuatro trabaja