64. No voy a dejarla
Gabriel sabía que había llegado el momento de marcharse y luego de lo ocurrido con Sofía estaba más convencido que nunca de que haría lo que sea por mantenerla a salvo. Por eso se había escabullido de la cama en la madrugada y había ido al encuentro con Azaleia, Blake y Sven. Los tres estaban esperándolo en la salida de la pequeña villa.
—Alfa— dijo Blake nada más verlo a modo de saludo.
Los otros dos se limitaron a darle un asentimiento sin muchas ceremonias y teniendo en cuenta la forma en que los había tratado era más que entendible y siendo honesto tampoco tenía energía ni tiempo para discutir por cosas como esas.
—¿Has puesto al tanto a Azaleia de la situación?—pregunto de inmediato a mi amigo y este me regala un asentimiento.
—Lo he hecho, pero ella igualmente insistió en hablar con usted.
Sus ojos van entonces hacia donde la bruja se encuentra viéndolo con seriedad y con un movimiento de cabeza le indica que la siga. Sin pensarlo dos veces llegó hasta ella y tuvo que reprimir e