Pasaron dos días desde que se pusiera en marcha el plan para capturar a Pedro, pero este había sido muy cauteloso, siempre dejándose ver por los empleados, e incluso por Daniel y Luis, con total normalidad y en una calma superficial que para ellos no pasó desapercibida. Pero ellos necesitaban que moviera sus piezas cuanto antes, se suponía que Alicia y Marina solo estarían fuera por unos días, mientras la muchacha descansaba y se hacía exámenes de rutina, se les estaba agotando el tiempo. Eso y la paciencia de Daniel que quería ponerle las manos encima, sobre todo, al recordar que tal vez él había entrado en la habitación de su esposa aquella noche.
—Conseguimos el casquillo del disparo que se hizo, presumo que el día de tu accidente —Luis le anunció a Daniel. Como era costumbre, cada noche se encerraban en el estudio a discutir teorías y pasos a seguir. Era poco lo que ambos dormían y, por ende, Katherine no era lo opuesto.
—No creo que haya muchas armas en la hacienda, solo las perm