Alex.
No podía dejar de besarla, mi respiración se agitaba cada vez más, saborear el néctar de sus labios era sin duda la más deliciosa experiencia, incluso para mí, un hombre acostumbrado a estar con todo tipo de mujeres, pero ella era diferente, su inocencia y hermosura me cautivaba, ¿qué me estaba pasando?, ¿Por qué no podía resistirme a semejante tentación?. Nuestros labios parecían tener vida propia, y mis manos comenzaron a acariciarla, ella se aferraba a mí con fuerza y eso me causaba mayor excitación.
– me vuelves loco, le dije con la voz entrecortada y buscando sus labios para volver a besarla –.
– Alex esto no está bien contestó ella tratando de recomponerse –.
La besaba en los labios, en el cuello, y acariciaba su espalda, Ella me abrazaba con fuerza como si no quisiera que la soltara.
– ¿Quieres que me detenga? –.
– Yo, murmuró ella con un hilo de voz, no debemos, tú y yo tenemos un acuerdo y esto que estamos haciendo no debe ser –.
Con sus palabras la magia se rompió y m