Varios días después.
—No tenemos rastro del agente López —dijo uno de sus compañeros al jefe de policía—, seguramente lo descubrieron.
—Ahora más que nuca debemos dar con esos criminales, estábamos a un paso de lograrlo, pero con la desaparición de López, volvemos al principio. —Golpeó con sus puños el escritorio.
El agente López estaba a cargo de la investigación de las muchachas desaparecidas, pero desde el día que avisó que ya había pagado por una mujer, y que tenía una cita con ella en Europa, desapareció.
—Haremos justicia por López —dijo con firmeza el agente Hernández.
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Luciana y sus bebés, se encontraban sanos y salvos. Albeiro no murió, pero su castigo no solo fue la cárcel, sino el hecho de haber perdido sus órganos genitales.
El agente Valencia había recibido un disparo en la cabeza, estaba recuperándose, pero debido a la lesión, ya no podía volver al equipo de inteligencia de la policía, ahora su lugar estaría dentro de las oficinas.
Un agente ingresó a la alcoba