Capítulo 88 Eleonor no es una distracción
La pregunta de Lucía dejó a Eleonor sin aliento. Un silencio pesado llenó la habitación, interrumpido solo por el débil zumbido de un monitor. Eleonor bajó la mirada a sus manos entrelazadas, sintiendo el calor del rubor que le subía por el cuello. La acusación, aunque en forma de pregunta, la golpeó con fuerza.
—Señora, le juro que no es así —respondió finalmente, su voz apenas un susurro firme—. Jamás he intentado usar a Jennifer para acercarme a Luca. Nuestro… nuestro vínculo se formó por las circunstancias, y mi afecto por ella es genuino. La ayudé en el centro comercial porque se había perdido y a Luca también lo conocí por casualidad porque tuve un inconveniente en el aeropuerto. Jennifer me reconoció y le pidió que me ayudara. Así de sencillo. No tengo intenciones ocultas de ningún tipo. Además, con mucho respeto le digo que Luca es un hombre grande y, bueno, él no caería en ninguna trampa que una mujer como yo podría tenderle.
Lucía la