Capítulo 55 Amante de un hombre casado
Después de despedirse de Eleonor, Luca llegó a la oficina de Fabricio, su abogado y amigo. Tenía que conversar con él sobre el procedimiento de divorcio. Ya estaba harto y cansado. Necesitaba organizar su vida. Tenía que existir una salida.
Fabricio Medina, era un abogado cercano a los cuarenta años, buen físico, de complexión atlética y que tenía por manía cuidar de su alimentación y su salud física. Además, todo en él, en su despacho y en su vida era el equivalente del orden y la disciplina. Tenía una voz grave y pausada, y cuando hablaba reflejaba una claridad mental que hacía que cada palabra tuviera su propio valor.
Era de las personas que escuchaba con atención, procesando la información antes de ofrecer su consejo, siempre con una lógica incomparable.
Fabricio era el amigo de confianza de Luca. Él confiaba en su pericia legal, y en su lealtad desde hace mucho tiempo.
—Ya te lo dije. Si Carla no quiere acceder a darte el divorcio, tendremos